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Pensar Rápido/Pensar Despacio.

¿Te has preguntado por qué a veces los seres humanos actuamos de manera tan irracional? Aparentemente, somos criaturas muy racionales, sin embargo, de manera frecuente, tenemos comportamientos contradictorios y erróneos. En este video, te presentaré el libro “Pensar Rápido Pensar Despacio” de Daniel Kahneman. Este libro expone una profunda observación psicológica sobre nuestras 2 distintas maneras de pensar. Al conocer esta información, tendrás acceso a un mejor entendimiento de tu cerebro, pero también, abrirás un camino para evitar los errores que crean tus suposiciones falsas. Con esto, serás capaz de tomar mejores decisiones en todos los aspectos de tu vida.




¡Pongámonos a Pensar!

Te comparto un pequeño ejercicio para empezar:

Aquí hay una libreta y un lápiz que cuestan en total 1 dólar con 10 centavos. Si te digo que la libreta cuesta 1 dólar más que el lápiz: ¿Cuánto cuesta el lápiz? Si respondiste 10 centavos, has sido víctima del Pensamiento Rápido. En cambio, si recurres al pensamiento despacio, te darás cuenta que si el lápiz cuesta 10 centavos, entonces la libreta tendría que costar 1 dólar con 10 centavos. Y el costo combinado sería 1 dólar con 20 centavos. La respuesta correcta es que el lápiz cuesta 5 centavos y la libreta cuesta 1 dólar con 5 centavos. Este ejercicio es la perfecta introducción a nuestros 2 sistemas para pensar.



Sistema 1 vs Sistema 2

El autor argumenta que que tenemos dos tipos distintos de pensamiento. Por un lado tenemos

El Sistema 1: compuesto de pensamientos veloces, impulsados por nuestro instinto y cargados emocionalmente.

Y del otro lado tenemos el Sistema 2: formado por pensamientos estructurados, articulados por nuestra mente crítica y basados en nuestra racionalidad.

El primer sistema es el de Pensar rápido y el segundo es el de Pensar despacio.


Pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en el sistema 1. Nos engañamos al pensar que el sistema 2 gobierna nuestras acciones. Es decir, creemos que somos seres racionales, analíticos y reflexivos. Pero la realidad es que el pensamiento automático, rápido e intuitivo es el que está más activo durante nuestro día. Esto puede ocasionar que tomemos malas decisiones, que cometamos graves errores y que perdamos oportunidades. Existen miles de maneras en las que nuestra mente nos engaña. Haz una rápida búsqueda sobre Sesgos cognitivos, y te darás cuenta de lo irracionales que podemos ser.


El sistema 1 puede ser preciso en muchas ocasiones. Honestamente no nos podemos quedar sentados todo el día, pensando en las repercusiones y causas de cada acción. Esto nos tomaría toda la vida y nunca haríamos nada. Sin embargo, existe un limitante con el sistema 1, el pensar rápido nos puede llevar a sacar conclusiones muy precipitadas. Este sistema fabrica rápidamente una historia, arma intuitivamente una coherencia para explicar lo que está ocurriendo, con base a las asociaciones y recuerdos del pasado. Y busca construir sentido a través de patrones y suposiciones. Todo esto pasa de manera muy rápida en nuestro cerebro, y momentáneamente creeremos esa historia. Incluso si la historia es falsa.


Cuando algo pasa en nuestras vidas que nos sorprende mucho. El sistema 1 trabaja rápidamente para reunir la mayor cantidad de datos para llegar a una conclusión. Rellena los espacios vacíos con suposiciones que considera verdaderas. Y este proceso puede llevarte a caer en la siguiente trampa:

“Lo que ves es todo lo que hay”.

Este fenómeno nos hace centrarnos en las evidencias presentes e ignorar toda la evidencia ausente. Incluso puede ser que tu sistema 1 cree una historia falsa, y tu sistema 2 estructure una argumentación errónea que la sustente. Si no tienes cuidado, esto puede crear profundas creencias limitantes que interfieran con lo que verdaderamente deseas.



A.L.T.O.

Esta es la principal razón por la cual las personas crean conclusiones precipitadas, asumen malas intenciones, caen en prejuicios o construyen teorías conspirativas. La mente se centra alrededor de la evidencia limitada e ignora la ausente. El sistema 1 fabrica de forma muy rápida, una historia coherente basada en suposiciones y el sistema 2 la termina fortaleciendo y profundizando en tu mente. Aquí te compartiré 4 errores que pueden cometer las personas que confían de manera excesiva en el sistema 1. Te presento estos 4 sesgos cognitivos de la siguiente manera para formar el acrónimo “A.L.T.O.” Esto, con la intención de que puedas recordar detenerte, cuando sea necesario para cuestionar el sistema 1; estudies lo que está pasando y comiences a pensar críticamente.



A. Automáticamente Confirmado.

La “A" hace referencia a: “Automáticamente Confirmado”.

Nuestro sistema 1 puede apresurar a sacar conclusiones de manera muy rápida para armar una historia que tenga coherencia. Por ejemplo, imagina una persona que tiene la creencia de que es pobre y toda la vida estará destinada a ser pobre. Cuando esta persona encuentra un fracaso laboral, un negocio que no funcionó o un mentor que lo defraudó; pone un gigantesco peso en esas evidencias que confirman su creencia. Podrían decir lo siguiente: “Claro… Ese negocio no funcionó porque toda la vida seré pobre”. Cuidado con las experiencias que refuerzan tus creencias limitantes.


El sesgo de confirmación afecta directamente el cómo recibes e interpretas la información. Algún evento ocurre, pero tu interpretación distorsiona la verdad para ajustarse a lo que tú crees que es verdad. Este es un problema que todos tenemos, sin embargo hay tres pasos para minimizar los errores que comete este sistema:

  1. Acepta cuales son tus creencias y sé consciente de ellas.

  2. Cuando encuentres a alguien con creencias distintas, haz el esfuerzo de escucharlas y hazle preguntas para que ilustren su perspectiva.

  3. Mantente atento en las evidencias que automáticamente confirman tus creencias existentes y no corras precipitadamente a las conclusiones.



L. Límites de Encuadre

Para continuar, la letra L hace referencia a: “Límites del Encuadre”.

Esto ocurre cuando tu sistema 1 toma una decisión basada en la manera en la que la información es presentada. La mercadotecnia juega mucho con esta limitación de nuestras mentes. Por ejemplo, vas al cine y te ofrecen 3 tamaños de refresco: Chico, Mediano y Grande.

El chico vale 2 dólares, el mediano vale 2 dólares con 30 centavos y el grande vale 2 dólares con 50 centavos. Te presentan la información de tal manera en la que pienses que el refresco grande es la mejor opción que puedes tomar.


Constantemente somos víctimas de este sesgo de encuadre. Las redes sociales, la televisión y las agencias de marketing, nos presentan una perspectiva encuadrada de la realidad, que limita tu capacidad de pensar fuera de las normas que estas fuentes promueven. Aquí te recomendamos que leas más. En un video anterior, profundizamos en los beneficios de la lectura. Al expandir tu visión gracias a los libros, fortalecerás tu capacidad de razonamiento y serás menos susceptible ante los encuadres limitados que se te presenten.




T. Teoría de la Perspectiva.

Sigamos con la letra T, referencia de: “Teoría de la Perspectiva”.

Esta teoría desarrollada por el autor de “Pensar rápido Pensar despacio”, está conectada también con la idea de “Aversión a las Pérdidas”. Este concepto puede sonar un poco difícil de entender pero aquí te lo explicamos. Imagina que alguien te quiere invitar a una apuesta de cara o cruz. Si cae cara: ganas 150 dólares, pero si cae cruz: pierdes 100 dólares. La mayoría de las personas no participaría en esta apuesta por miedo a perder. Los estudios de Kahneman concluyen que las personas resienten con mayor intensidad las pérdidas que las ganancias.


Es decir que cuando perdemos, sentimos un dolor dos veces más grande que la satisfacción que encontramos cuando ganamos. El sistema 2 puede ayudar en este caso, podemos darnos cuenta que si participamos en este juego durante 100 rondas, tenemos la probabilidad de ganar 2mil 500 dólares. Intuitivamente no queremos arriesgar y perder, pero en ciertas ocasiones puedes analizar la situación utilizando el sistema 2, y darte cuenta que el riesgo que previamente habías intuido, no es tan grande como pensabas.




O. Optimismo Exagerado.

Para terminar está la O, que representa el: “Optimismo Exagerado”.

Existen personas que buscan compensar la Aversión a la Pérdida dirigiéndose al otro extremo de la balanza, y actuando con un optimismo desenfrenado. El sistema 1 puede salirse de control, y actuar irresponsablemente con la ilusión de que todo saldrá bien. Cegadas por el optimismo, la gente puede llevar a la bancarrota a una empresa, puede sufrir un accidente automovilístico o destruir una relación. Como individuos, tenemos que ser conscientes de que nuestras acciones tienen consecuencias, y por lo tanto hay que mantener la responsabilidad personal.


Cuidado, con esto no estamos diciendo que ser optimista es malo. Sin embargo, hay que equilibrar esa emoción, con un análisis racional de la situación. Considerando:

  • ¿Qué estoy ganando si hago esto?

  • ¿Qué estoy perdiendo?

  • ¿Cuáles son las probabilidades de que esto funcione?

Estas preguntas te ayudarán a percibir errores que a lo mejor, previamente, no habías considerado. Podrás actuar con una perspectiva y visión más informada de la realidad.


Conclusión

“A.L.T.O.”: Estas 4 ideas te preparan para evitar los errores que cometemos al confiar demasiado en el sistema 1.

Sin duda te recomendamos leer este libro para conocerte mejor y lograr ese balance entre pensar rápido y pensar despacio.




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